martes, 30 de noviembre de 2010

La manzana, de Adrián Díaz

La manzana, en comparación con la mandarina, es una fruta rica en vitaminas desde la A hasta la Z y seguramente me haya olvidado alguna. Las manzanas pueden ser verdes, amarillas, rojas e incluso marrones cuando entran en estado de descomposición. Pero, ¿y la mandarina?
La mandarina es una pelota naranja butanero, un color que llama tanto la atención que podrías hacerte un chaleco reflectante a base de éstas, porque o son de color naranja o… son de color naranja… Solo puedes pensar una vez cuando eres pequeño que nunca habías visto algo tan naranja, porque con el paso del tiempo, no va a cambiar la monotonía de su color.
Pero no es solo su monótono color, son una caja de sorpresas, una de cada diez mandarinas es la buena, las otras nueve o bien están amargas o ácidas, o bien te rompes una muela con sus pepitas, se pelan tan mal que necesitas la ayuda de un ingeniero aeronáutico para lograr tu objetivo y para colmo cuando su sabor contacta con tus papilas gustativas tu cara cambia radicalmente hasta el punto de parecerse a la de José Luis Cantero, El Fary.
La manzana, una fruta tan maravillosa…

No hay comentarios:

Publicar un comentario