martes, 30 de noviembre de 2010

La sandía, de Dani Hernández

Toda la fruta tiene propiedades beneficiosas para la salud, pero no a cada persona le gusta el mismo tipo de fruta. Por mi parte, sitúo a la sandía en el podio de las mejores y más selectas frutas, mientras que posiciono a la granada en la base marginal y despreciable de la pirámide de las frutas. Por una parte encontramos  la sandía, que nos ofrece un sabor refrescante y delicioso, y además calma nuestro caluroso y sudoroso cuerpo en los meses de verano. En definitiva, la sandía nos da alegría.
Sin embargo, la granada… Esa fruta que en principio tiene unas tonalidades bellas e inocentes, en realidad es una pieza malvada, ya que siempre que la apuñalas con el cuchillo para abrirla, ella te ataca con varios disparos de lo que sin duda parecen perdigones. Otro aspecto negativo de dicha fruta es que en el interior de cada sabroso grano se encuentra una pipa de presunta metralla que nos amarga el dulce momento anterior.
Tras estas justas definiciones de dos frutas opuestas, podemos observar grandes similitudes y grandes diferencias: la sandía, por ejemplo, también tiene pipas, pero sin embargo están destacadas para que las puedas apartar fácilmente, mientras que la granada camufla sus ‘perdigones’ para molestar lo máximo posible.
Desde este artículo fomento y apoyo la lucha contra las granadas y la adoración a las sandias, porque sin duda, la sandía te da alegría.

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